La capacidad de traspasar emociones a través de la pintura va más allá de la técnica o la estricta formación académica. En Cabuxa creamos nuestra Galería de Artistas para dar cabida a ilustradores de todos los estilos. Tan solo tenemos una premisa: que el discurso creativo destile emoción. Porque como artesanos trabajamos el valor de lo auténtico con artistas capaces de emocionar no solo por la maestría de su trazo o por la habilidad de contar historias, también por la calidad humana que envuelve a la obra. Artistas que como Teresa Roza Cuevas han hecho de su vida una enorme obra de arte.
Autodidacta de formación y artista de vocación, Teresa Roza Cuevas fue una entusiasta de las artes decorativas, actividad que desarrolló mientras se entregaba a su gran pasión: madre a tiempo completo. Pero las inquietudes de Teresa iban más allá y su enorme humanidad y capacidad de entrega la llevaron a ser una altruista incansable, volcada siempre en los demás.
A principios del 2000 se traslada con su familia a una pequeña aldea del sur de Galicia. Allí conoce la labor de un colegio de educación especial para adultos, donde descubre un entorno abierto a la expresión artística en el que aportar su entrega desinteresada. Convencida del poder sensorial del arte, empezó a trabajar la plasticidad, el color y un lenguaje pictórico propio que estimulaba las capacidades creativas de sus alumnos. Su compromiso con el voluntariado en el centro la llevó a crear un particular estilo naif de colores intensos y un puntillismo intuitivo que dejó plasmado en cuadros como El bosque de Eva, un canto a la alegría y a la sensibilidad de un “mundo especial”. Un mundo al que alumnos como Eva le habían abierto las puertas de par en par.
Teresa fue madre, esposa, artista, viajera y soñadora, cuidadora incansable, amiga y compañera, pero sobre todo, ejemplo de vida y humildad. Descubrir su faceta pictórica fue para nosotros todo un flechazo; la explosión de colores, la minuciosidad de su trazo y el lenguaje vivaz y poético de sus composiciones nos enamoró desde el principio. Y ante el humilde sonrojo de la artista, su obra Primavera pasó a ilustrar una de nuestras colecciones de cabecera.
Teresa nos deja un maravilloso legado artístico y vital. Sus obras son “expresiones de amor” que trascienden una profunda calidad humana volcada en la felicidad de todos los que la conocimos.
In memoriam, Teresa Roza Cuevas.